Villa Tulumba es una localidad y municipio del centro-norte de la provincia de Córdoba, Argentina, capital del departamento Tulumba. Está a 150 km de la Ciudad de Córdoba.
los vocablos de la lengua comechingón –idioma desprendido del quichua,
que con solvencia interpretaron los sanavirones–
"tul", que significa haber, y "umba", agua: "lugar donde hubo agua".
La Villa de Tulumba tiene sus orígenes, como muchos pueblos del norte cordobés, en estancias concedidas como merced a los primeros conquistadores españoles. Es uno de los pueblos más antiguos de Córdoba. Sin embargo, el pueblo no se genera a través de un acta fundacional sino se va conformando en la Merced de 1585 al Escribano Juan Nieto de las tierras de Chipitín (actual San José de la Dormida), vecina a la merced de Francisco Blásquez, donde quedaría Villa de Tulumba.
Ruinas de la antigua capilla de Nuestra Señora del Rosario
Actual Iglesia Nuestra Señora del Rosario de la Villa de Tulumba
Contigua a la vieja capilla el presbítero Lopez de Arcante, en 1878, ordena levantar un nuevo templo, lo que acentuará el deterioro del anterior. El presbítero franciscano Andrés García Colmena logró llevar a cabo la obra. La piedra fundamental fue colocada el 15 de febrero de 1881 y bendecida por el catamarqueño Fray Mamerto Esquiú y Medina (1826-1883) Obispo de Córdoba y Monseñor Uladislao Castellano hizo la consagración el 1 de febrero de 1894.
Altar mayor de la actual iglesia de Tulumba. tabernáculo que fuera de los jesuitas.
Por acta del 10 de enero de 1800, el Cabildo Eclesiástico de Córdoba declaró que “ era útil y necesario para la decencia del culto y especial adorno, un Tab
ernáculo de plata en la Catedral para reservar el Santísimo Sacramento “. Para poder llevar a cabo esta obra, entre otras cosas, se solicitó colaboración a todos los curatos de la campaña. El que más aportó plata en metal, fue el de Tulumba. Como premio a esta generosidad de los tulumbanos, el Obispo Ángel Mariano Moscoso entregó al Pbro. Dr. José Gabriel Echenique (1755-1836), el tabernáculo que había pertenecido a la Iglesia de la Compañía de Jesús de Córdoba y que luego de la expulsión de la orden, había pasado a la Catedral.
Esto dice una mayólica que está en una esquina de Tulumba:
Lindo el nombre, bello el pueblo, buena gente, fragante el pan.
Quien le ame por todo ello, deje las cosas como están.
Lindo el nombre, bello el pueblo, buena gente, fragante el pan.
Quien le ame por todo ello, deje las cosas como están.
Los Reynafé fueron una familia de notable actuación pública en la provincia de Córdoba, si bien es cierto que su vinculación a la tragedia de Barranca Yaco, donde murió el General Quiroga, no los favorece. La antigua casona que perteneció a aquella familia tulumbana, fue mandada a edificar por Don Vicente Reynafé quien fuera en aquel entonces Gobernador de Córdoba. Actualmente, se encuentra en manos privadas y se conserva en muy buen estado.
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